Alimentación saludable en la tercera edad
El metabolismo
del cuerpo humano cambia durante la tercera edad, como resultado de la
disminución de la energía que utiliza el organismo para mantener sus funciones vitales, ya que las células y la actividad celular
disminuye con el paso de los años.
La longevidad se
ha alargado durante los últimos años en los países avanzados debida, entre
otros, al aumento de los estándares de vida de la población, y por eso es
difícil definir en qué momento de la vida una persona empieza a envejecer. Lo
cierto es que existe una relación entre longevidad y alimentación.
Los
gerontólogos, especialistas en el envejecimiento humano, creen que la declinación biológica del cuerpo y la mente empieza alrededor
de los 65 años, y la ancianidad a los 80 años. No obstante, este promedio varía
de acuerdo con el estilo de vida y los hábitos alimenticos.
Aumento de peso y dieta en la tercera edad
Cuando el
metabolismo del cuerpo se hace más lento requiere mayor gasto energético para
procesar los alimentos, por lo que es muy común que a los 70 años una persona
haya reducido dicho gasto energético en una cuarta parte, comparado con cuando
tenía 25 años.
Como
consecuencia de la declinación de la maquinaria celular, la ingesta de
alimentos versus el gasto calórico ya no funciona al ritmo de la juventud. El
resultado es una sobrecarga alimenticia que conlleva la gordura y a la obesidad.
De acuerdo con
los nutricionistas de la tercera edad, las personas mayores no adaptan sus
costumbres alimenticias a sus actividades diarias, por lo que es muy común que
engorden fácilmente si no se adopta un plan alimentico variado y equilibrado.
El proceso de
digestión, absorción, utilización y excreción de nutrientes se ve afectado
durante el envejecimiento, y los dietistas recomiendan un plan alimenticio que
compense esta deficiencia metabólica.
Alimentación sana en la tercera edad
Hay tres cosas
que una persona mayor debe tener en cuenta para una sana alimentación. Lo primero es establecer un plan
alimenticio saludable, reducir la ingesta de calorías diarias e incrementar la
actividad física.
Así mismo, se
debe tener en cuenta que durante la vejez las personas se hacen menos activas,
por lo tanto la cantidad y calidad de los alimentos debe ir de la mano del tipo
de actividad rutinaria de cada individuo.
Los estudios
nutricionales han revelado también que la mayoría de las personas mayores tiene
malos hábitos alimenticios, que producen desequilibrios funcionales y deterioran la calidad de vida,
tanto en el plano físico como síquico. Y a esto se le suma la falta de
ejercicio físico.
Durante esta
etapa de la vida se acostumbra igualmente a almacenar los alimentos y a
consumir muy pocos productos frescos. El debilitamiento físico, debido a
dolencias comunes como la artrosis, hace que estas personas opten por los
alimentos más fáciles de consumir.
Es frecuente que
la falta de presupuesto sea otro motivo para no comer bien, y esto resulta una
excusa según los nutricionistas, ya que con poco dinero se puede comer incluso
mejor y más fresco que si se compran productos preparados con escaso valor nutritivo.
Está comprobado
que la deficiencia nutricional durante la tercera edad puede
ocasionar anemias y otras enfermedades. La falta de calcio causa la dolorosa
osteoporosis que, como se sabe, no tiene cura si no se empieza con un plan rico
en calcio desde los 35 años.
Plan de alimentación ideal en la vejez
Los científicos
creen que si una persona llega a los 65 años sin sufrir ningún cambio notable
en su salud física y en su estado emocional, puede continuar llevando su plan
de alimentación como una persona de menos edad.
Existe una
variedad de platos nutritivos y agradables al paladar que incluye frutas y
verduras frescas con buen aporte de vitaminas C; pescado azul con aporte de
Vitamina D, como sardinas, atún, arenque, huevos y margarina, preferiblemente
de aceite de girasol o canola.
Otro nutriente
es el hierro, que se absorbe poco durante la vejez, presente en el hígado,
carne, pescado, cereal integral y verduras y hojas verdes. Otra vitamina
importante es la tiamina o Vitamina B1, que se debe ingerir en mayor cantidad
que en la juventud, y se encuentra en el pan, cereal y arroz integral, hígado,
pescado, alubias y nueces.
Recomendaciones en la dieta de la persona mayor
Cuando hay
cambios notables en la salud de una persona en la tercera edad, debe
implantarse un plan dietético basado en las RDA norteamericanas o
"raciones dietéticas recomendadas" y en la referencia de nutrientes de la Comunidad Europea.
Una dieta ideal
durante el envejecimiento debe ser sencilla y de fácil preparación, dicen
los manuales de nutrición inteligente. Los alimentos deben ser agradables a la
vista y al gusto y fraccionados en 4 ó 5 veces al día, la última comida debe
ser frugal y los jugos se tomarán entre comidas.
Y si hace parte
de la persona mayor, se recomienda una copa de vino hacia la tarde o empezando
la noche, pero debe evitarse el exceso de bebidas alcohólicas y bebidas
excitantes como el café y el chocolate.
Por último, se
recomienda que la persona de la tercera edad tome sus alimentos como una forma
de convivencia social, lo que refuerza los lazos
emocionales con los demás y contribuye a una vida más saludable.
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