La desesperante situación de los hispanos de la tercera edad en EEUU
Tristemente la
noticia pasó casi desapercibida para los lectores latinos, ansiosos por
conocer el anuncio de Barack Obama sobre la reforma migratoria. Hace un
par de semanas un grupo de activistas viajó a Washington para reclamar
la renovación de la Ley de Estadounidenses de Mayor Edad (Older
Americans Act), una legislación que permite a muchos hispanos escapar
del hambre.
Sin dudas las medidas tomadas por Obama
tendrán un impacto enorme en la comunidad de inmigrantes latinos en
Estados Unidos. Sin embargo, la situación de los ancianos de ese origen
debería despertar también la solidaridad de todos sus compatriotas. Los
hispanos de la tercera edad son los más pobres de la nación, por encima,
incluso, de los afronorteamericanos.Hambre y desconocimiento
"Algunos se alimentan de comida para gatos porque es más barata que la comida para humanos.” El testimonio, de una persona de Los Angeles, aparece en el informe sobre la situación de ancianos hispanos, publicado este mes por el Consejo Nacional Hispano de Personas Adultas Mayores (NHCOA).
"Los he visto comprarla y comerla. Se ocultan porque están avergonzados", concluye el relato. La historia ilustra el estado dramático que enfrenta uno de cada cinco hispanos de más de 65 años en Estados Unidos, donde la inseguridad, el hambre, los problemas de vivienda y salud constituyen la realidad cotidiana para ese grupo de la población.
El testimonio de un residente en
Miami resume la pesadilla: “Nuestros ancianos no comen lo suficiente en
el desayuno, ni en el almuerzo, y su dieta en general es insuficiente.
Se van a la cama con hambre.” Más del 23 por ciento de los hogares
hispanos sufrió inseguridad alimentaria en 2013.
Los diversos beneficios de la
Seguridad Social evitan que más de la mitad de los ancianos latinos
caigan en la pobreza. Muchos han llegado a la vejez sin los ahorros
suficientes y ahora dependen de la ayuda del gobierno. El futuro tampoco
se vislumbra mejor para el resto de la comunidad hispana.
De acuerdo con el reporte de NHCOA, este es el grupo étnico peor
preparado para el retiro en Estados Unidos. Una encuesta citada por el
texto revela que el 57 por ciento jamás ha calculado cuánto necesitará
al dejar de trabajar, mientras el 70 por ciento no tiene un plan de
inversiones a largo plazo. Más que la falta de fondos, el
desconocimiento mina la tercera edad de los hispanos.El difícil acceso a la información limita el acceso de los adultos mayores latinoamericanos a los programas de ayuda en Estados Unidos. Perdidos en el laberinto burocrático de los sistemas de servicios sociales y salud, tardan en encontrar el camino o desisten, porque en las oficinas del gobierno no hay suficientes agentes hispanohablantes. La discriminación, disimulada y en inglés, también les pone obstáculos.
Pobres entre los ricos
La extensión de la pobreza entre los hispanos de la tercera edad sorprende por el hecho de que, en general, los abuelos estadounidenses disfrutan de una vejez dorada. Según datos de la Oficina del Censo, en 2012 solo el 9,1 por ciento de las personas de más de 65 años eran pobres. Los blancos no hispanos encabezaban la lista de la prosperidad: apenas 6,8 por ciento subsistía en la penuria.
Los norteamericanos nacidos entre la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial conforman hoy el grupo más rico de Estados Unidos. De acuerdo con Businessweek, en 2013 las familias encabezadas por un anciano de 75 años o más tenían un patrimonio neto medio de 195.000 dólares. El monto para los hogares estadounidenses como promedio era de 81.200 dólares.
La llamada “generación silenciosa” aprovechó el despegue económico de la postguerra y se retiró justo antes de la Gran Recesión. Han sobrevivido para ver lo que antes parecía imposible: la pobreza abunda entre los menores de 35 años, mientras los de la tercera edad gozan de una merecida jubilación.
No obstante, la Seguridad Social
aún garantiza que millones de estadounidenses cubran el mínimo de sus
necesidades cuando les llega el retiro. Y ayudas como la Older Americans
Act, que hoy distribuye 2.000 millones de dólares, marcarán la
diferencia en las próximas décadas, cuando el número de ancianos
represente alrededor de la quinta parte de la población de Estados
Unidos.
The desperate situation of Hispanic seniors in the US
Sadly the news went almost unnoticed for Latino readers, eager to hear the announcement of Barack Obama on immigration reform. A couple of weeks ago a group of activists traveled to Washington to demand the renewal of American Law Elderly (Older Americans Act), legislation that allows many Hispanics escape starvation.
Undoubtedly the measures taken by Obama will have a huge impact on the community of immigrants in the United States. However, the situation of the elders of that origin should also awaken the solidarity of all his countrymen. Hispanic seniors are the poorest in the nation, above even of African Americans.
Hunger and ignorance
"Some feed cat food because it is cheaper than food for humans." The testimony of a person of Los Angeles, in the report on the situation of elderly Hispanics, published this month by the National Hispanic Council for Persons Older adults (NHCOA).
"I've seen buy and eat. They hide because they are embarrassed," says the story. The story illustrates the dramatic state facing one in five Hispanics over 65 years in the US, where insecurity, hunger, housing and health problems are a daily reality for this population group.
The testimony of a resident of Miami summarizes the nightmare: "Our elders do not eat enough at breakfast or lunch, and your overall diet is insufficient. They go to bed hungry. "More than 23 percent of Hispanic households suffered food insecurity in 2013.
The various benefits of Social Security prevent over half of Latino seniors from falling into poverty. Many have reached old age without adequate savings and now depend on government assistance. The future is also not good for the rest of the Hispanic community in sight.
According to the report NHCOA, this is the worst ethnic group prepared for retirement in America. A survey cited by the text reveals that 57 percent have never calculated how much you need to stop working, while 70 percent do not have a plan for long-term investments. More than a lack of funds, lack seniors mine Hispanics.
The difficult access to information limits the access of Latin American seniors aid programs in the United States. Lost in the labyrinth of bureaucratic systems of social services and health, slow to find the way or give up, because government offices are not enough Spanish-speaking agents. Discrimination, disguised and English, also puts them obstacles.
Poor between rich
The extent of poverty among elderly Hispanics surprised by the fact that, in general, Americans grandparents enjoy a golden age. According to the Census Bureau, in 2012 only 9.1 percent of people over 65 were poor. Non-Hispanic whites topped the list of prosperity: just 6.8 percent subsisting in penury.
Americans born between the Great Depression and World War II make up the richest group in the United States today. According to Businessweek, in 2013 households headed by an old man of 75 years or more had a median net worth of $ 195,000. The amount to US households on average was $ 81,200.
The so-called "silent generation" took the postwar economic boom and retired just before the Great Recession. They have survived to see what once seemed impossible: poverty abounds among those under 35 years, while seniors enjoy a well-deserved retirement.
However, the Social Security still ensures that millions of Americans cover their minimum needs when they reach retirement. And aid as the Older Americans Act, which currently distributes 2,000 million, will make a difference in the coming decades when the number of elderly represent around one fifth of the US population.